Yo soy una quejona profesional... si uno pudiera ganar dinero por lo que se queja en esta vida...no existiria la pobreza.
Cada mañana cuando me levanto me veo al espejo y me reclamo tantas cosas a mi misma, que quedo agotada de mi...(si es que esta expresion cabe)... "tas gorda a ver si haces dieta!"... "mijita mirate el pelo...sera que le tenemos que comprar una vela al tinte a ver si por un milagro de Dios te lo pones?"... "no te has depilado...no te da verguenza... ah??... menos mal que no tienes de quien cuidarte...pero si te agarran descuidada en la calle pasas pena!.... si quieres te pones una pantaleta rota para que la termines de completar!"
En lo que llegas a la cocina y abres el refrigerador empiezas..."no tengo leche... se me acabo el pan...pero bueno tengo que esperar hasta el viernes que cobro.. que cagada...siempre esta peladera...!"
Me monto en el carro y empieza otro cantar... "Señor, cuando sera el dia que me metas una manito Papa Dios pa' comprarme un carro nuevo...estoy harta de esta camioneta, que tiembla, que no hay manera de entonarla...que esta viejita y que en cualquier momento se jode y es un realero... por eso es que no salgo de abajo Papa Dios...coño chico... pero es que me tienes olvidada...tu no ves en la que ando con esta peladera de bola todo el tiempo... bueno gracias a Dios ya tengo trabajo...pero pase año y medio sin dar golpe... asi que, como tus sabes chuito, debo hasta la manera de caminar!"
En lo que entro en la oficina y abro los mail empiezo a ver las cuentas por cobrar y saco obviamente un balance de cuanto tengo y cuanto debo para descubrir -entre refunfuños por supuesto- que no soy mas que un intermediario entre mis proveedores y mis acreedores...
Y asi transcurre mi dia, entre sacar cuentas mil veces, pensar que pago esta quincena y que pago en la otra... soñar cuando tenga real y la situacion mejore, fantasiar sobre "cuando pierda 10 kilos... lo buenota que me voy a poner", el carro que quiero y por supuesto en algun momento del dia me cae la locha y tengo que dejar la soñadera para ubicarme en lo que tengo que hacer en la oficina
Cuando eso pasa, normalmente vuelvo a quejarme...me frustro... siento lo dura que es la vida del inmigrante...y vuelvo a levantar mi mirada a Dios para suplicar y -por supuesto- quejarme de nuevo
Porque por mucho que yo chille y chille siempre prefiero echarle la culpa a lo inmanente que a mi misma... Mi abuela Josefa sabiamente decia..."la culpa nunca cae al piso" y es la mas pura verdad porque siempre -hasta aquellos que lean esto y le piquen los dedos para comentar y aprovechar el huequito para criticar mi quejoneria- cualquiera vive este mismo proceso de no estar conforme con todo lo que es y con todo lo que tiene
Evidentemente eso es propio del ser humano: el ser quejon, el ansiar mas, el jamas conformarnos con lo que somos y con lo que tenemos, que es sin duda ese deseo de superacion que Dios ha puesto en nuestros corazones (el pana es tan maravilloso, que prefiere calarse el reclamo diario de miles, pero se asegura que su pueblo que tanto ama siga adelante).
Y es asi que llevo una montaña de años de mi vida viendome quejarme de todo y por todo y compartiendo solidaria las quejas de mis amigas, que al igual que yo se sienten, o feas, o gordas o miserables, o pelabolas o que se yo... sin serlo (lo mas triste).
Pero hace una semana se me fui Lilly... mi hermana de camino, esa familia que uno escoge y tanto quiere como son los amigos. Ella era una mujer bella, delgada, joven, con un esposo que la amaba, un hijo bello, una casa espectacular, dinero, triunfo profesional, o sea, en pocas palabras todas las cosas por la que yo todos los dias me quejo de no tener y que ella tenia en abundancia; pero no tenia algo que a mi me sobra y que no le doy la mas minima importancia: Salud. Un malvado cancer de seno la arrebato de la vida y se la llevo con Dios.
Y cuando tuve que pasar por el doloroso momento de velarla y luego enterrarla me di cuenta de que he sido monumentalmente injusta con mi vida y con mi Dios que tantas cosas bellas me ha dado y me avergonce... senti pena de mi misma ante el padre, por las mil mañanas en que refunfuño por todo, por las mil veces que me he solidarizado con amigas, que se sienten infelices porque no tienen plata para "irse de crucero".
Cuando supe que mi amiga se fue, en plena flor de su vida, cuando entendi que su hora habia llegado y el padre la habia mandado a llamar, comprendi cuan profundamente desagradecida habia sido hasta ese momento.
Porque cuando uno tiene vida, tiene tiempo... tiempo para enamorarse, para ahorrar, para viajar, para lograr sus sueños, para amar y para llorar. Ahora enfrentada a su perdida lo veo claro y escribo esto, primero para hacer un "mea culpa" publico y segundo para prometerme a mi misma a sonreir por todo lo que Dios cada dia me regala, por su amor, por su bondad y por permitirme estar un poco mas de este lado del charco para sonreir con cada cosa que en mi vida sucede y sucedera...
La lolaventuras
Miami, 2011