Friday, July 8, 2011

República bolivarianiche de Venezuela

La vida pasa y no se detiene, fue asi que mi pasaporte se venció y obligatoriamente, porque además tenía que hacer un par de documentos, no me quedó mas remedio que ir a el Consulado General de Venezuela aquí en la Florida.
Obviamente, despues de vivir tantos años en el exílio y en una sociedad ordenada y civilizada yo, de alguna manera, he perdido la noción del caos cotidiano e intrínseco que todos los venezolanos llevamos en el ADN
Así que mi primer rencuentro con seres del tercer tipo fue cuando tuve que afrontar nuevamente la criollisima misión de llegar dos horas antes al consulado para hacer una cola y coger un número.
Chillé y pataleé internamente pero para nada, porque igualito llegué una hora antes y me anoté en una lista y cogí mi número y me odié a mi misma, porque en mi snobismo intelectual había jurado que esta vaina no me pasaba más y allí estaba otra vez… como decía mi abuelo que era un catalán con muy mala hostia: “boca que habla… culo que paga!!

A las 9 en punto bajó un funcionario y comenzó a llamarnos de 10 en 10 por nombre y número advirtiendo que no eran permitidos celulares dentro del consulado. La verdad había un cartel gigantesco en la puerta que lo decía, pero como somos uno con el blackberry cuando el hombre se tornó inamobible en el punto, logré entrar al Consulado casi de primera porque la cola se desvaneció ya que la gente corría a esconder a su mejor amigo en la guantera.
Al llegar, lo primero que te recibe apenas se abre la puerta de los ascensores es un retrato de Chavez tan inmenso que piensas en el retrato de Enrique VIII y las 6 esposas decapitadas… etc, etc, etc….
Ciertamente, no esta nada fácil que a las 9 de la mañana uno sienta que se consiguió al mico-mandante de frente… susto!
Pero bueno, estaba nuevamente en mi patria así que cualquier cosas podía suceder. Una vez dentro cogí otro número para que me atiendieran: “de hecho tiene que coger dos señora uno para el pasaporte y otro para el documento” me dijo el muchacho que entregaba los numeros henchido de orgullo y yo lo vi y sentí una profunda lástima por mi país, de ver como la figura del empleado ministerial inutil y becado no importa en que república sea (la cuarta, la quinta o la sexta) siempre existirá y es parte del decorado de la administración pública.
Yo estaba sola allí…quizas estaban dos o tres personas más conmigo, (todo el mundo había corrido a guardar su celular) y no podía ser atendida inmediatamente porque tenía primero que coger un número, para que este pobre niño encorbatado, justificara su sueldo mientras recita como un loro “patria, socialismo y muerte”
Resignada me senté a esperar que me llamaran y la única señora que estaba sentada a lado mio como buena doñita criolla automáticamente entabló conversación para explicarme: “tengo que sacar 12 fe de vida…habrase visto mija,!!!.. 3 para la pensión de viuda, 3 para la pensión de vejez, 3 para poder cobrar la pensión aquí y 3 para la remesa familiar!… Yo la mire con ojos extraviados… avergonzada, sabiendo que mi tatarabuelo había firmado junto con Bolivar el Acta de la Independencia soñando con una nación bella y justa y ahora esta pobre mujer tenia que sacar 12 fe de vida porque no se les pueden sacar copia!… Dios apiadate de mi…
Llamaron el número de la doñita y yo me quedé esperando a que me atendieran aunque sabía que era el siguiente número y habían 5 funcionarios sin hacer nada detrás de sus taquillas. En ese instante decidí no permitir que esto me siguiera afectando, porque mis instintos asesinos estaban a flor de piel. Levanté mis ojos a unos televisores que presentaban una programación cultural en circuito cerrado y veo que está a punto de comenzar y sale un gran fondo rojo y una letras dando vueltas a manera de presentación del programa… cuando las letras se detienen dice: FASHION & FOLKLORE…con Maryury Pérez…!!! (Socorro Padre Claret!!!… como diría mi mama)
No pude más que reírme hasta que me saltaron las lágrimas. A quien se le ocurrió semejante nombre …coño!
Como es de esperarse el programa era de variedades donde había un chef que dio la receta del perico (ohhh!!!), tres cantantes de arpa, cuatro y maracas que necesitaban una plancha con urgencia (condición sine qua non para ser chavista…. Que te falte un diente!) y entrevistas a indiecitas que supongo que presentaba su última colección prêt-a porte de tapices… (digo.. por lo de fashion!!!) mientra Maryury, la host hacía alarde de su gracia y su talento.
Y evoqué nuestro querido canal 5 y 8 que fueron las televisoras nacionales por tantos años y presentaban al professor Pedro Trebbau o Arturo Uslar Pietri diciendo su celeberrima frase: Queridos amigos invisibles… o cuando mi papa junto con Jose Ignacio escribieron La Dueña y La mujer Sin Rostro haciendo historia en la televisión cultural de Venezuela y luego volví a Maryury, la cual si mi país siguiera siendo lo que fue jamás hubiera podido narrar ni un partido de bolas criollas y llegué a la conclusión que ellos ponen esto para torturar a todos los vende-patria que nos vinimos al imperio por no tolerar las arbitrariedades de la revolución bonita.
Por fin mi número fue llamado, logré firmar el documento y cuando presenté mi pasaporte para renovarlo el funcionario me dijo: Este pasaporte no sirve, tiene que sacarse uno nuevo, porque el suyo dice República de Venezuela y necesita uno que diga República Bolivariana de Venezuela… tiene que meterse por internet y pedir la cita…
Y mire enamorada a mi viejo cuadernito rojo con el caballo mirando hacia la izquierda y su letras doradas y sentí un profundo amor por el, porque era mio, era lo que yo era y era lo que yo creía y sin decir más lo tomé entre mis manos y me fui… dejé atrás el retrato gigantesco, las 12 fe de vida y a Fashion y Folklore y me monté en mi carro y me fui pensando en el Avila, en el canal 2 y en PDVSA y en mi pasaporte que sin desearlo me habia recordado quien era y en lo que creia… dejándome con un dulce recuerdo y la consciencia tranquila… mientras tarareaba “llevo tu luz y tu aroma en mi piel y el cuatro en mi corazón…”

Las lolaventuras
Miami, Julio, 2011