CONVERSANDO
CON DIOS
Tengo tanto tiempo que no escribo Las Lolaventuras que
ni sé por dónde empezar. Resulta que mi voz interna decidió callarse por
increíble que parezca. Una sequía muy larga que yo misma no sabía cómo
explicar.
En todo este
tiempo mil veces me pregunté porque mi alter ego decidió no hablarme más y comencé a
preguntarme si lo había ofendido. En
esta búsqueda personal, me di cuenta que en realidad no le había salido con una
vaina a la otra Lola y que esta “oquedad” tenía obviamente otro significado.
Como es de esperarse, tras analizar las cosas de
manera lógica y pragmática y no haber
conseguido ninguna respuesta tuve –muy a mi pesar- que empezar a buscarla en el
mundo espiritual. No me gustaba la idea de estar acusando al universo o a las
fuerzas del más allá de mi silencio… pero coño… es que no oía nada… y me sentía
tan solita…. Descubrí que mi otra Lola es mi mejor amiga, con la que converso
en voz alta todo el día. (Si manitas yo hablo sola y a mucha honra… y si
ustedes no lo hacen comiencen a hacerlo…) es hora que el mito de que hablar
solo es estar loco… se acabe.
Fue así que un día volví mis ojos a Dios, pero de una
manera distinta. Tras escuchar una predica de Joel Osteen, donde hablada de la relación única y personal
que cada uno debe tener con Dios, donde los intermediarios y las religiones
están de más… me dije “coño”… y ¿si por
allí son los tiros?.... y ¿si mi otra Lola no soy yo sino él? ¿Y si lo que yo oigo es esa fuerza inmanente
y maravillosa de amor a quien yo decidí llamar Jesús?
Todas esas preguntas lejos de darme conformidad y una
explicación lógica al silencio de mi alma… Me pusieron la piel de gallina y me
llenaron de miedo. Si eso era cierto, si eso que yo pensaba era totalmente
cierto, tan cierto como que yo lo oía…
entonces Dios existe… no es ese concepto maravilloso que aplaca nuestros miedos
en los momentos difíciles… no, no, no…. No es aquel apoyado en grandes altares
para ser alabado. No es el dogma colectivo donde todos terminamos aceptando que
la vida es mejor con él que si él… tú sabes…un Dios a tu manera…. Al que sigues según te acomode y si no viene
a pisarte ningún cayo ni a sacarte de tu zona de confort.
No ese Dios… no!... Sino el “mero-mero”… como dirían
los malandros “el papa de los helados”
Se imaginaran que después de llegar a semejante
conclusión ya no quería escuchar esa voz porque ahora le tenía miedo. Qué
responsabilidad tan grande es saber que Dios es real y si existe. Ese
descubrimiento te obliga a comportarte bien, a orar por tus enemigos, a ayudar
al desamparado, a dar lo que tienes para que se active la ley de la abundancia
y una pila de vainas que a la final son un trabajón loco y que muchas veces me
resultaban fastidiosisimas. Así que le puse
“mute” a la vaina y seguí en mi vida tranquila…. Creía yo
Pero que va… Escribir para mi es una necesidad… es así
como parte de mi ADN… Si no lo hago me siento como que me voy marchitando. Y
pensaba es esa voz que tanto necesito para hacerlo. Esa que me dicta cada
párrafo y nos echa el cuento (a mí y ustedes) desde el fondo de mi alma.
Y un día dije ¿Papa-Dios…. Eres tú? Y oí, clarito,
diáfano y fuerte como una campana “Si”
… me cagué…
Se me puso fría la nuca y
dije… ahora si me calló bachaco estoy oyendo voces… “a los 40 esquizofrénica…
la terminé de completar” “manita si estabas preocupada en quedarte solterona…
te aviso que la vaina va…porque vieja y loca… is too much”
Y dejé la preguntadera hasta
allí… quién me manda a entrépita.
Pasaban y pasaban los meses y Lola no
escribía. Hace poco me arme de valor y dije… bueno vamos a ver… seguro Lola eso
son vainas tuyas…. No te sicosees!
Y otra vez…
¿papa-dios eres tú?”
Si….
¿Siempre has sido tú?
Si….
Todas las veces que escuchado
esa voz aconsejándome, advirtiéndome y acompañándome en mis horas de soledad…
¿siempre has sido tú?
Si…
Y entendí por qué Pablo cayo ciego y porque San Francisco de
Asís decía que cada latido de su corazón alababa a Dios. Y si, sonará
pavosísimo… me dirán que se me fundieron los cables. Pero ese día hablé y hablé
y pregunté muchas cosas y comprendí un millón más que ni siquiera sabía que
quería saber su significado. Descubrí que Dios lejos de ser un ser superior
montado en un altar con una corte de Ángeles y Santos y que se yo que cuantos…
es tu pana, vive dentro de ti y habla contigo todos los días en toda hora y en
todo momento y cuando estas a puntito de meter la pata… te endereza de un tirón
la puntería.
Que cuando nos empeñamos en
ejercer nuestro libre albedrío y la cosas salen medio mal… usa cada situación
para enseñarnos una lección y ayudarnos a crecer. Que nada puede tocarte porque
ahora él está a cargo de tu vida y que cuando alguien muere o una tragedia
sucede él no es el culpable… es nuestra propia iniquidad. Pues al hacernos libres
no puede gobernarnos, que siendo el dueño de todo, cedió su poder y nos deja
gobernar nuestras vidas, aunque muchas veces esto termine costándonos la vida.
Que si no estás a su favor… tampoco
estas en su contra. Ni tienes que pagarlo con sangre. (Él no es Chávez) muy por
el contrario respeta tus opiniones hasta cuando dices que él no existe y no
crees en él. A nadie le ha caído un rayo por decir que no cree en Dios. Y con
eso nos enseña una lección de tolerancia inmensa a todos los que juzgan usando
su nombre a aquellos que por su inclinación sexual, raza o religión son
distintos a nosotros.
Y lo más increíble es que en
todo este tiempo en que decidí conversar con él, siempre me dice que hacer y si
yo me empeño en hacer lo contrario… saca la escoba y la palita y recoge…mi
desastre.
Entonces hoy decidí
contárselos. No lo hago para que ahora todos se den golpes de pecho. Cada quien
con su vida. Tampoco es para que crean que me metí a monja (me encanta un tacón
de aguja y un vestidito pegao). Tampoco cuando hablen conmigo en vez de “hola”
les voy a gritar “pecador arrepiéntete”…. Nooo que va
Pero Las Lolaventuras
volvieron… porque Dios –si ese… mi amigo… mi pana que me habla todo el tiempo- me
dijo “echale bolas… que pa algo te di ese talento… Yo solo me cayé un ratito
para que descubrieras que era yo… el tiempo perfecto había llegado para
revelarme … soy yo dentro de ti y yo también te amo y necesitaba que lo
supieras… ahora de aquí pal ante… Juntos
pa lo que salga… quien dijo miedo…